Mañana diré hola a un nuevo año, un año nuevo que he de aprender a querer y a entender sin ella... Ella, a quien me arrebataste tú año terrible que termina.
Tú mueres hoy, pero tus sombras aún permanecerán en todos los siguientes, imborrables...
Adiós año terrible.

Hola año nuevo, extiende un manto a nuestro alrededor en el que podamos caminar deshaciendo nudos, eliminando iras y tristezas.
Hola año nuevo, haz que borremos las cicatrices de su ausencia y permite que sólo su sano recuerdo perviva por siempre en nosotros.

Pero nunca desfallecemos cuando el destino se tuerce sobre ti y debes venir a vernos, nos ponemos del revés, ventilamos los llantos y la rabia, nos dibujamos sonrisas en la mirada y apuramos la prisa... creando olor a esperanza que envuelva y reescriba tu destino.

Con privados trajes y habitaciones recortadas nos sabemos agotadas, y aventuramos confiadas tu mejor atención cuando escuchen nuestra voz y acompañen nuestros pasos... cuando refuercen nuestras alas rotas y cuiden de quienes cuidamos.

Aún cuando el rugido te bulle dentro,
reúnen eufemismos y van a tu encuentro,
pinchan odas llenas de alegorías
porque tu recuperación es lo que ansían.

Tú eres el romance que sueñan sus heridas,
el soneto con el que dulcemente te espían,
ellas te hacen rimar al son de la vida
porque la Enfermería es Poesía.

Sus miradas deslizan por mis mejillas
y visten mis costumbres de invierno,
escondiendo tras la fría nieve
los ecos de aquellas sonrisas
que un día compartí y...
no quiero sentirlo más...

Llegas a mí quebrando mi aliento,
marchitando una mirada que un día soñó de más
y empañada maldice su suerte,
sin atisbar el horizonte
la ira crece en mis manos y en mis dientes
no quiero sentirlo más...

Ella con su paciencia y tacto me dijo que había un señor malo en Chile que hacía cosas muy feas. Mi ingenuidad le contestó: "Sólo es uno mamá, los demás son buenos y podrán con él, no te preocupes". Ella me sonrió, me abrazó y me besó y yo ya era feliz de nuevo viéndola reír.

Gracias Mamá.

Comprendí que de la constancia nacen las buenas ideas,
y que no siempre no probar significa aburrimiento...
en la sencillez encontré siempre lo bello
aunque mi tendencia sea a la complicación...

Sin planearlo, hice de mi voluntad su orgullo...
sin saberlo, de su pasión y la mía, su admiración,
sin quererlo..., de mi arrojo adolescente su respeto.

Su amor exaltó mi valentía,
su confianza forjó mi convicción,
su sabiduría me desborda de agradecimiento.

Le enseñé a la imprudencia que el camino más corto es la paciencia,
aprendí en el dolor que volver al pasado es solo un sueño...
y entendí que el mejor momento siempre es ahora,
me preparo para enseñarle a la nostalgia a no doler si la alimento de ilusión.

Juego a pedirle al mar que siga dibujando en la orilla,
a continuar amaneciendo mecida en sus intentos,
a que insista en llenar mi cabeza de melodías intrépidas...
juego a soñar que mañana no llueva dentro.

Me entretengo en recordar su mejor regalo...
aquel día de la foto..., de hace ya 40 años.

Mi sensación me ha transportado unos 36 años atrás... Es difícil de describir, pero todo mi ser ha apreciado la ternura y cuidado de mi madre con la toalla secándome los ojos mientras me bañaba... Una milésima de segundo tan real de olor, calor, inmunidad...

Percepciones inexplicables, huellas imborrables.

Y me invitan a ir a la fiesta
siempre que vista de etiqueta,
yo no me dejo ser...
y lleno de piedras mis zapatos,
busco consuelo junto a mis rodillas
y anhelo el rescate de mi voz.

Y un día se enciende el aleteo
y descubro la prisa,
me muestras una luz
que me abraza sin motivo,
que ilumina mis rincones silenciados
y evita en mis noches la oscuridad...
Y... es entonces cuando aprendo
que completas mi fuerza.

Sólo alejándome del ruido
pude mirarte... y ver que contigo
ya nunca cabría derrota.

Hoy es un día especial para Almu y para mí, y es que hace 24 años, tras un verano inolvidable, contra todos los pronósticos, prototipos, futuribles y expectativas, nuestras y de los demás, el amor nació, de forma inevitable. Fue difícil por aquello de romper todos los esquemas... pero fue ¡tan bonito! Hoy sigue siendo bonito, cada día más, y doy gracias a todo lo que existe y a lo que no exista también, por ponerte en mi camino, porque... como bien dice Vanesa Martín, "el amor no se explica".

Gracias Almu por permanecer a mi lado.

Este sencillo dibujo dice todo lo que yo era... Lo miro y veo la verdad, la alegría, la valentía, la fuerza, el Amor, la generosidad, la constancia, la responsabilidad... lo miro y busco rescatar todo lo que Soy. La sonora carcajada era provocada y dirigida hacia la misma persona que hizo la foto de la que nació este dibujo. La misma persona para la que lo realicé y que, desde entonces, es su dueña igual que de mi corazón.

La pequeña peludita del dibujo también tuvo mucho que ver...

Por tu grandiosa pereza he de anotar todas las alarmas y encargarme de recordar cada oscuridad, cada agujero, perdiendo toda mi energía con la vana ilusión de no desatar tu ira.

Tiempo..., tiempo es lo que me robas y mi alma se arrodilla ante ti suplicándote piedad. No sabes lo que es, envidioso vengador lujurioso de criaturas felices.

No puedo afrontarte, ni enfrentarte más... no quiero saber lo que me hiciste perder ni sentir que me harás fracasar, no quiero remedios fútiles, superficiales y flojos...

Sólo quiero olvidarte...